Su atractivo y complejidad radica en que los aviones vuelan a escasos 25 metros sobre la playa (incluido aviones comerciales de gran capacidad, como por ejemplo el Boeing 747), atrayendo a los aficionados de los aviones a esta costa. El gobierno local advierte que acercarse demasiado en el momento de la llegada y la salida de las aeronaves "puede dar lugar a lesiones serias o incluso la muerte", al poder ser succionado por una turbina o ser enviado hacia el mar sin poder salir. Es uno de los únicos lugares en el mundo donde se puede ver a los aviones en su despegue o aterrizaje justo debajo del mismo.
Puesto que la pista de aterrizaje y despegue no cuenta con pista de rodaje, la misma tiene dos salidas para el giro de 180 grados, y la mayoría de las veces, un avión tal como el Boeing 747 o el Airbus A340, que son los más grandes que llegan a este aeropuerto, tiene que utilizar el total de la pista para su recorrido de frenado y de despegue. Tal es el caso cuando ocurre un despegue desde la cabecera de la pista 28, en que los aviones pasan a escasos metros de las vallas de protección.
El aeropuerto fue creado como pista de aterrizaje militar en 1942, y posteriormente fue convertido a un aeropuerto civil en el siguiente año. En 1964 el aeropuerto fue remodelado y se le añadió una terminal nueva. Las instalaciones se ampliaron en 1985.
Durante mi vuelo, todo ha ido a la perfección durante la fase de aproximación. En la imágen superior podemos divisar la pista de aterrizaje tan pequeña que posee el aeropuerto, por lo que es momento de templar los nervios al máximo y colocar el Bombardier lo más recto posible para tomar tierra con efectividad y seguridad para los pasajeros y tripulación.
Es el momento de mis últimas comprobaciones para que todo esté listo en la maniobra final: tren de aterrizaje bajado, flaps bajados al máximo, velocidad correcta para el descenso, y por supuesto los cinturones de seguridad abrochados. Al ser la pista tan pequeña, se puede observar que un Airbus 340 está esperando mi aterrizaje para colocarse en la pista en posición de despegue. También se puede apreciar la gente en la playa con sus correspondientes sombrillas, todo un detalle que hace de este programa un simulador muy parecido a la realidad.
Finalmente he conseguido tomar tierra sin ninguna incidencia y he procedido a dirigir la aeronave hasta cerca de la torre de control de aeropuerto. Una vez estacionado el Bombardier en el sitio asignado, es momento de abrir la puerta para que los turistas puedan disfrutar de una merecida estancia de ocio en este lugar remoto del Caribe.
Por último, dejo enlace de un vídeo interesante con aterrizajes reales de varias aeronaves efectuando la maniobra de aproximación y aterrizaje en éste aeropuerto para comprobar la complejidad de estas maniobras en un sitio tan peculiar.